Pedro Macías (Cádiz, 1957) es restaurador de obras de arte y también pintor. Merodea los límites de la creación artística, a ver si puede definirlos y superarlos. Es la forma de trabajar que suelen tener los artistas cuando han alcanzado la excelencia técnica.
Él no lo dice, pero cualquiera que vea sus obras se dará cuenta de la maestría que hay en ellas. En sus cuadros más personales la pintura deja de ser representación para convertirse en creación.
Pueden comprobarlo personalmente en la exposición Viaje del día hacia la noche (Paisajes y vestigios) organizada por el galerista Alfonso Arenas en Espacio Uno de San Fernando (Cádiz).
Siempre hay algo más allá
El título, explica el pintor en esta entrevista, es idea del galerista, e indica los dos tipos de obras que pueden verse en la sala: por un lado acuarelas que reflejan la luminosidad y el color de Cádiz con esa frescura que tiene el vino joven.
En la obra banda, también acuarelas, oscuras y profundas, maduradas después de mucho tiempo de reposo, observación, experimentación –vuelta a empezar– reposo, observación experimentación… como los vinos añejos.
En la conversación transmite una profesionalidad labrada a fuerza de práctica y aprendizaje durante muchos años. Por ejemplo, sabe qué es lo que mejor funciona en el mercado artístico en Cádiz, las acuarelas. Y algunas sigue haciéndolas, pese al cansancio del tema y la repetición, porque se venden muy bien. Eso es profesionalidad.
Y al mismo tiempo, cuando habla de las horas pasadas en el estudio, se adivina en sus palabras una curiosidad apasionada, la búsqueda de una expresión diferente y personal: “Disfruto con la pintura experimental”, asegura, e intenta llevar su búsqueda al límite, “pero siempre hay algo más allá”, añade.
De la restauración a la creación
Y experimenta desde el conocimiento técnico obtenido tras décadas de trabajo como restaurador en los que ha puesto su mano sanadora en obras magistrales como la maqueta de Cádiz, en restos arqueológicos como los hornos púnicos de San Fernando, o en obras de arte contemporáneo que también se ocupa de restaurar cuando la ocasión lo merece.
Ya dibujaba de niño, una afición que le inculcó su padre, y luego en la escuela, con maestros que aún recuerda como Celso Escanilla, primero, o después en la Escuela de Bellas Artes de Cádiz o en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla: María Pemán, María Dolores Aiza o Alfonso Berraquero.
Y después de los estudios, la dedicación profesional como restaurador y pintor.
Su trayecto creativo empieza por el academicismo de sus primeros años, en los que domina el dibujo, también el dibujo técnico al que ha dedicado parte de su labor profesional.
Haya paz
No le pesa no haber hecho muchas exposiciones individuales en todos los años que lleva dedicado al arte, aunque su obra sí ha estado presente en exposiciones colectivas en diferentes lugares de España y Portugal.
Metódico (guarda una ficha con el proceso al que somete a cada cuadro) y paciente (puede esperar años a que se consolide una obra), le gustaría que sus creaciones transmitiesen paz y sosiego.
“Yo lo que quiero expresar es una sensación de tranquilidad, de calma, que es una cosa muy necesaria en estos momentos que vivimos”, dice. Y sabe, por algunos de sus admiradores que su obra produce esa sensación, tanto si se trata de una acuarela de la Catedral como de un barco en la oscuridad de la noche.
“Esto, aparte de una exposición, es una experiencia para mí. Yo no suelo exponer, pero quiero saber la opinión de los visitantes”. Y con esa idea, se suma también a esa tendencia contemporánea de hacer visitas guiadas a las exposiciones que favorecen el contacto entre creadores y público.
Exposición Pedro Macías. Viaje del día hacia la noche (Paisajes y vestigios)
Galería Espacio-Uno. Calle Real, 128. San Fernando (Cádiz).
Hasta el 24 de junio.
Horario: lunes a sábado de 18:30 a 21:00 horas.
Cita previa: whatsapp 654 900 078