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Pepa Caballero recuperada como referente andaluz del arte abstracto

En el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) se puede ver en los primeros meses de este 2025 la exposición ‘Constelaciones abstractas’, una completa revisión de la obra creativa de la artista andaluza Pepa Caballero, recuperada como referente andaluz del arte abstracto.

La muestra está comisariada por Carmen Cortés e Isabel Garnelo, ambas integrantes del Instituto Universitario de Investigación de Género e Igualdad de la Universidad de Málaga (IGIUMA), que han trabajado desde 2018 en el estudio y recuperación de la obra de la pintora granadina en colaboración con los herederos de la artista, con el objetivo de situarla en el mapa de la abstracción española y destacar su legado en el arte contemporáneo.

Pepa Caballero (Granada, 1943-2012) fue la única mujer en los inicios del Colectivo Palmo (1979-1987), un grupo de artistas residentes en Málaga más interesados por la implicación sociocultural de sus actividades que por la búsqueda de un lenguaje común. La pintora fue una de los pocos miembros de este grupo que apostaron por la abstracción en un momento dominado por la nueva figuración, «hecho que posiblemente influyó en que prácticamente sea desconocida fuera de Málaga», opinan las comisarias.

50 años de creación

Imagan de una obra abstracta de Pepa Caballero
Pepa Caballero, Ofelia, 2006.
Cortesía de los hijos de Pepa Caballero.
Fotografía: Ignacio del Río. Constelaciones abstractas, CAAC

La producción artística de Caballero se caracteriza por la experimentación con la modularidad y la retícula; a partir de aquí evolucionó desde el uso de una paleta restringida hacia composiciones más complejas, en las que los colores vibrantes y los contrastes fueron adquiriendo protagonismo.

En esta exposición se pueden contemplar obras representativas de cinco décadas de creación de la artista, desde sus primeras incursiones en la abstracción en los años setenta hasta las últimas obras que creó. Las 81 obras que componen la exposición han sido cedidas por la familia de Pepa Caballero, la galería Isabel Hurley, la Universidad de Málaga y el Museo de Arte Contemporáneo Vicente Aguilera Cerni de Vilafamés (Castellón), entre otros.

Las obras seleccionadas revelan su contribución a un lenguaje plástico que cuestiona las fronteras entre figura y fondo, color y composición. «En el trabajo de Caballero con las retículas, los módulos, los colores y la composición, intuimos una huida de la sencillez en el planteamiento que busca provocar en el espectador una lectura propia de la pieza. […] Como preconizaba Kandinsky, Caballero luchó en soledad para llegar a una creación que se situase en un nivel inmaterial, el del intelecto», señala la comisaria Carmen Cortés.

Informalismo abstracto

Desde su llegada a Málaga en 1973, Caballero se enmarcó en el informalismo abstracto, con un estilo definido por el uso de una paleta restringida a 3 o 4 colores, que variaba en cuanto a la saturación.

Ya en ese momento estaba presente el concepto de retícula, que «vemos o intuimos en sus primeros trabajos abstractos, particularmente los desarrollados a principios de la década de los setenta, en la última fase de la serie Rojos y Negros, especialmente en acrílicos y serigrafías», dice la comisaria de la exposición Isabel Garnelo. También aparece entonces la modularidad, insistiendo la propia artista en que «sus polípticos podían combinarse siguiendo diferentes criterios».

Su viaje a Zamora a finales de 1970, y su residencia allí durante una década, marcaron un antes y un después en la relación de la artista con el color. Destaca la serie ‘Después de la poda’, en la que artista comienza a indagar en torno a la repetición y sus variaciones y vuelve a aparecer la retícula. En esta serie, de carácter experimental y con referencias al puntillismo y al impresionismo, destaca la libertad con el uso del color y la rapidez que puede adivinarse en su ejecución.

Nuevas inquietudes en los años ochenta

Caballero regresó a Málaga a finales de 1980, años en los que viaja a Grecia, Roma y Estados Unidos y de nuevas investigaciones e inquietudes artísticas. De este periodo forman parte las piezas de la serie ‘Partenón’ (1992 y 1997), en las que utiliza recursos de índole arquitectónica y constructivista. Aparecen líneas verticales de diferentes dimensiones y la retícula se articula de forma patente. Los colores son poco saturados con predominancia de los tonos ocres, azules, blancos y grises.

La serie ‘Mediterráneo’ indaga en los colores rosas, amarillos, ocres y otros de mayor contraste como el rojo y verde, que evocan los frescos de Pompeya. En esa época aparece la línea a modo de marco y destaca un claro interés de la artista por lo narrativo, organizando las obras en dípticos, trípticos o polípticos.

En su evolución como artista, la primera década del siglo XXI (2001-2010) fue un periodo muy prolífico. Realizó cuadros en los que dominan las composiciones de campos de color y líneas y retomó investigaciones de series anteriores, pero con un interés específico hacia lo espacial, el movimiento, la perspectiva y el trampantojo. La tendencia a la verticalidad de las líneas de series anteriores se hace menor, introduciendo en las obras líneas horizontales o diagonales y abandona por completo la retícula. La composición mediante polípticos se hace en ese momento muy pronunciada.

Años finales

El espacio de exposición, el montaje, la relación con el espectador y el color, que se vuelve el protagonista indiscutible, con presencia de azul, amarillo, negro y dorado, cobran una especial importancia para la artista en estos años; un momento en el que estudia con mayor intensidad las obras de maestros de la pintura, en concreto de Fra Angélico.

En su último período, 2011-2012, la abstracción de Pepa Caballero puede abordarse desde la aproximación que el historiador, crítico y escritor italiano Demetrio Paparoni
ha explicado como ‘abstracción redefinida’. La pintora recupera los colores y formas de la sus primeros trabajos abstractos de la década de los años setenta, por ejemplo
en las obras ‘Tríptico del agua’, ‘Tríptico de la tierra’, ‘Fragua de Vulcano’ o ‘Ingravidez’, entre otras, si bien el blanco de las piezas de su primera época es sustituido ahora por el color dorado.
«Es como si la creadora hubiera buscado salir por donde se había consolidado como artista. Un original cierre del círculo vital, siempre comprometida con la abstracción», señala la comisaria Isabel Garnelo.

Exposición «Pepa Caballero. Constelaciones abstractas»
Centro Andaluz de Arte Contemporáneo
Cartuja de Santa María de Las Cuevas
Entradas por: Avda. Américo Vespucio, 2 | Camino de los Descubrimientos, s/n. Sevilla.
Hasta el 4 de mayo de 2025
Martes a sábado. De 10:00 a 20:00 h.
Domingos y festivos. De 10:00 a 15:30 h. (Consultar festivos).


Fotos y texto: Cortesía del servicio de prensa del CAAC.

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