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Luis G. Urbina

Imagen de Cádiz en 1924

Crónica de Cádiz para La Habana

A las siete de la mañana estábamos frente a Cádiz. El mar, azul y rosa, sin una arruga; terso y brillante, como de vidrio. Sobre él, en segundo término, la vieja ciudad, montón de caseríos blancos extendidos en una faja que moteaban las manchas verdes de los jardines.

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