Una perspectiva cívica de las noticias
Las reuniones de la comunidad de vecinos son un tostón. Se alargan horas, se producen a menudo discusiones intrascendentes, por no decir cosas peores, a veces los problemas se aplazan a la siguiente cita, cuando no se eternizan, pero es conveniente ir porque nuestros intereses forman parte de esa comunidad.
Hay quien cree que se puede permitir no estar, pero corre el riesgo de quedarse fuera de la toma de decisiones. Les importa un bledo. Aunque su casa esté en juego.
A menudo he pensado que los medios de comunicación reflejan esa dinámica: un lugar común en el que se exponen —o deberían— las últimas informaciones que afectan a los miembros de la comunidad y sus intereses. Y los vecinos, los lectores en este caso, acuden a leer las noticias. En un escenario ideal, claro.