Crónica de Cádiz para La Habana
A las siete de la mañana estábamos frente a Cádiz. El mar, azul y rosa, sin una arruga; terso y brillante, como de vidrio. Sobre él, en segundo término, la vieja ciudad, montón de caseríos blancos extendidos en una faja que moteaban las manchas verdes de los jardines. El sol espolvoreaba su polvillo radioso por encima de aquella blancura. La hermosura de la bahía nos emocionaba menos que la presencia de la tierra cercana. En el anterior anochecer habíamos visto… Leer más »Crónica de Cádiz para La Habana