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Mimos e histriones: El teatro visto por artistas gaditanos

Imagen de El teatro visto por artistas gaditanos

El teatro visto por los artistas gaditanos tira al monte, digo al Carnaval. Lo pueden comprobar personalmente si visitan este mes la Sala Espacio-Uno de San Fernando, donde estará abierta al público Mimos e histriones. Exposición colectiva sobre el teatro y las máscaras.

Lo del monte y la cabra, es decir, el carnaval y los artistas, se podía dar hasta por descontado teniendo en cuenta nuestra afición amarilla a las tablas del GTF o al vamoscuchá bajo los cierros una tarde de febrero. La máscara, aderezo indiscutible del disfraz, sin la cual no habría teatro, como bien supieron los griegos.

De los cuarenta artistas que han prestado obra para la muestra dieciocho de ellos hacen una interpretación de la máscara o el antifaz desde los más diversos puntos de vista: clásico, arquitectónico, romántico, étnico, regional, político y hasta funerario, Marat incluido. Ustedes lo verán cuando se acerquen.

Hasta el cartel elaborado por el director de la sala, pintor y comisario, Alfonso Arenas, podría interpretarse en parte como una máscara. O la ausencia de ella.

Tablas y atrezzo

“Yo siempre he pensado –explica Arenas– que el mundo se dividía entre exhibicionistas y mirones, gente que mira y gente que se exhibe y el teatro me parecía la representación de ese pensamiento”.

De este concepto sugió Mimos e histriones: “hacer esta exposición desde el punto de vista del que se exhibe y del que mira; del actor más minimalista que sería el mimo, que no necesita nada, incluso puede hacerlo en la calle, al histrión que necesita un escenario, una tramoya, un vestuario. Ese es el espíritu de esta exposición”.

Al entrar en la sala, que este año ha mudado su dirección, sin abandonar la céntrica calle Real, ni tampoco la sobria austeridad que caracteriza a la galería –no en vano su regente es admirador de Zurbarán–, el espectador se encontrará de frente una obra hecha por Cándida Garbarino que representa el telón de un teatro.

También otros autores han optado por recrear los elementos materiales de la escena y sus participantes: Pedro Macías con la obra Escenario, Caco Nelson con Espectador, o Nanopérez con la representación de las musas Talía y Melpómene, las mismas que habrán visto millones de veces con sus dos máscaras, una sonriente (la comedia) y otra doliente (la tragedia).

Los inmortales

Que en el teatro son ante todo sus personajes. O al menos algunos de ellos. Los de Shakespeare sin duda, como el Coriolano que ha creado Alfonso Arenas o Hamlet, motivo elegido por Carlos Laínez o Sr. Raulito. Nadie, pese a los tiempos que vivimos (o tal vez por ello), se sintió atraído por pintar a Shylock de El Mercader de Venecia.

Vídeo y fotografías: Santiago Pérez

También verán los caracteres de la Comedia del Arte, ese teatro popular italiano del siglo dieciseis poblado de zannis como Arlequín, Colombina o Polichinela. En las paredes de Espacio-Uno conviven con otros inmortales como Otelo, Cyrano de Bergerac o, más cerca de nuestro tiempo, la Anne Christie protagonista de la obra del mismo título del dramaturgo estadounidense Eugene O’Neill.

Hay diferentes técnicas artísticas en la muestra, incluso una cerámica de Lucrecia González Santiago titulada Musidor. Picado por la curiosidad y mi ignorancia teatral busqué quién podía tratarse este Musidor que González Santiago representa con la boca abierta y sin lengua.

No existe. O yo no lo encontré. Encontré a Musidora, famosa actriz francesa, escritora y productora teatral que fue musa de los surrealistas y que llegó a actuar en los teatros de Madrid en los años veinte. Julio Romero de Torres la pintó en 1922.

Y también encontré la firma Musidor B.V. propietaria del famoso logo de los Rolling Stones, esa lengua de la que carece la cerámica expuesta aquí. Casualidades, supongo.

Mundo teatral

Los artistas aceptaron el tema “con una gran naturalidad” indica Alfonso Arenas. “Imagino que también el artista, un porcentaje grande de ellos, son mirones, pintan mirando, atrapan el deseo a través de la mirada y a través de la imagen; luego hay otros pintores que no, pintan para exhibirse”.

Hay obras que no recuerdan a personajes ni a escenarios, sino a seres reales de carne y hueso como la bailarina Pina Bausch o el actor Rafael Alvarez El Brujo; o géneros teatrales como el Kabuki japonés o el Music hall británico.

Encontrarán además un hombre de pelo rizado que recuerda a un Hércules desnudo y que su autor, Pedro Sánchez, ha titulado El bello tenebroso, título también –otra coincidencia– de sendas novelas de Julien Gracq y de Luis Antonio de Villena. Y apodo del actor y productor Julián Mateos, cuya biografía, escrita por Carlos Aguilar, prologó el desaparecido director de cine gaditano Julio Diamante.

Imagen de Mimos e histriones

Tengo la impresión de que escribir sobre las exposiciones que organiza Alfonso Arenas es como ir rellenando un crucigrama. Consecuencia de aunar el talento de un grupo de artistas con tan variados intereses y puntos de vista.

Aunque todas ellas tienen, sin duda, su marca personal. Y esta no iba a ser menos. El pintor estudió arte dramático, así que, dice, “me debía esta exposición a mi mismo”.

Mimos e histriones. Exposición colectiva sobre el teatro y las máscaras.
Sala Espacio-Uno. Calle Real, 128. San Fernando (Cádiz). Hasta el 30 de noviembre.
Horario: lunes a sábado de 18:00 a 21:00 horas.
Cita previa: whatsapp 654 900 078

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