Saltar al contenido

La alegre Vía Láctea de Costus

Imagen de La alegre Vía Láctea de Costus

Enrique Naya y Juan Carrero, mejor conocidos como Costus, pintaron de alegría las paredes y puertas del pub La Vía Láctea de Madrid. Recién comenzaba la Movida madrileña y ambos dejaban en estas pinturas algunas de las señas de identidad que los unía y reunía por las noches en este bar de copas que aún resiste en la Calle Velarde de Madrid.

Estos retratos de actrices y actores míticos de Holywood —las estrellas, qué mejor elección para las paredes noctámbulas de un bar llamado La Vía Láctea— son como grandes iluminaciones de color desparramado sobre la grisura de la que salía España a finales de los setenta, cuando se pintaron. La alegre Vía Láctea de Costus invitaba, invita aún, a vivir.

Hace 40 años que estos paneles, elaborados en su día para decorar el local, no eran accesibles al público. Fueron retirados del bar en 1984. Transcurridas cuatro cuatro décadas, dos de ellos están hoy en paradero desconocido, pero los doce restantes se pueden ver estos días en Madrid tras haber sido restaurados para su exhibición.

Imagen de Fred Astaire y lala
Fred Astaire y Lala

Forman parte de una de las exposiciones abiertas esta primavera en la restaurada Serrería Belga, un deprimido espacio industrial de principios del siglo pasado cuyos 4.000 metros cuadrados han sido recuperados por el Ayuntamiento madrileño para actividades culturales.

La Escuela de Artes y Oficios de Cádiz

Juan Carrero (Palma de Mallorca, 1955-Sitges, 1989) y Enrique Naya (Cádiz, 1953-Badalona, 1989) figuran por derecho propio dentro de los protagonistas creativos de la Movida junto a artistas como Pedro Almodóvar —en la casa madrileña de los Costus se rodaron escenas de Pepi, Luci, Boom y otras chicas del montón, por ejemplo—, Tino Casal, Alaska, Nacho Canut o Ana Curra, entre otros.

Ambos jóvenes se conocieron en la Escuela de Artes y Oficios de Cádiz en 1974 y desde entonces fueron inseparables, iniciando una relación sentimental y una colaboración artística que los elevó a la fama.

Según Julio Pérez Manzanares, autor de la biografía Costus: You are a star, el nombre artístico del dúo fue ocurrencia del cantante Fabio McNamara, que los bautizó así en homenaje al gremio de las costureras por su forma de trabajar.

Los hitos de la carrera de ambos los ha recogido el hermano de Juan, Ricardo Carrero, en el libro Juan, Enrique y yo. Mis Costus, publicado este año.

La alegría de un tiempo nuevo

Esta colección de pinturas para La Vía Láctea fue el primer trabajo que realizaron juntos. Según explica la ficha de la exposición, Enrique dibujaba las figuras “con su característico estilo realista, influenciado por el pop norteamericano, especialmente por Rosenquist y Wesselmann” y Juan “hacia lo propio con los fondos”.

El resultado sigue sorprendiendo hoy en día. He paseado entre los paneles contemplando a Lola Flores junto a Yul Brinner, o al encantador Jerry Lewis de sus primeras películas y es imposible no imaginar el ambiente desenfadado y abierto que estas pinturas debieron contagiar a los habituales del mítico pub de Malasaña.

¿Cómo resistirse a imaginar a Enrique rematando el retrado de Ava Gardner con una firma tan socarrona y autorreferencial como “Enrique Naya me pintó. Enero-febrero 1979”?

Espectacular Fred Astaire vestido de marinero en una escena de la película Sigamos la flota. Bailando bajo las estrellas junto a la perrita afgana de los Costus “Lala”. O las esculturas exentas vestidas de marcas como Winston o Coca Cola de Marlon Brando y Marilyn Monroe.

Pura alegría: ¿qué mejor legado frente a la tristeza de su temprana desaparición?. Los Costus proclamaron a todo color con trabajos como estos la llegada un tiempo nuevo donde la esperanza y la modernidad iban a sacar al país del letargo gris de la dictadura.

Caños de Meca

Justo en la sala de al lado, los programadores de la Serrería Belga han tenido el acierto de distribuir una de las exposiciones de la edición de este año de Photo España, Yo disparé en los 80 de la fotógrafa Mariví Ibarrola. Un conjunto de fotografías en blanco y negro de las salas de concierto de aquellos años que invita, junto a la exposición de Costus, a comprender de una manera más amplia el carácter partisano de la época.

Y hay un contraste brutal entre estas instantáneas en blanco y negro y el cuadro que abre la exposición de Costus.

Es el titulado Caños de Meca, que representa a Juan Carrero bañándose desnudo en las aguas azules y relucientes de sol de la playa gaditana. Esta pintura que recibe al visitante manifiesta con su luz diáfana y sus colores claros que este no es un lugar para estar triste.

Colocado en la sala que sirve de vestíbulo a la muestra, formó parte de la exposición Chochonismo ilustrado que la pareja hizo en Madrid en 1981. El Museo de Arte Contemporáneo la adquirió en la Feria ARCO de 2022 para incluirla en sus fondos.

Imagen del cuadro Caños de Meca de Costus
Caños de Meca. Fotos y vídeo: Santiago Pérez

En esta primera sala puede verse también un vídeo con fotografías de ambos en pleno proceso creativo, así como algunos libros y revistas que sirven de preámbulo a la muestra.

No deja de ser relevante que, a pesar de los años transcurridos, de las diferentes trayectorias de todos aquellos jóvenes cuya rebeldía artística agitó y removió ya para siempre los cimientos culturales de este país, estos cuadros sigan transmitiendo hoy alegría, sin dejar apenas espacio para la nostalgia.

Exposición Costus: La Vía Láctea
Espacio Cultural Serrería Belga (Hasta el 24 de septiembre)
Calle Alameda, 15. Madrid.
Martes a viernes de 11:00 a 20:00 / Sábados de 12:00 a 20:00. Última entrada 19:00
Domingos de 12:00 a 18:00. Última entrada 17:00 / Lunes cerrado

Tú dirás

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.