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Bea Aragón alza el vuelo con La reina de los pájaros

La poeta Bea Aragón junto a Fran Delgado

La poeta gaditana Bea Aragón alza el vuelo de nuevo y acaba de publicar en la editorial Mclein y Parker La reina de los pájaros, su tercer libro de poemas tras Escala de grises (2017) y El discurso del barro (2019).

Fue la visión de la vida animal de Doñana, según confesó la propia autora en la presentación que hizo en la Librería Plastilina de Cádiz, quién desencadenó todo el caudal creativo del que ha nacido este libro.

«Me gusta mucho ir a ver pájaros y me encontré en la marisma de Doñana con mi pareja y de repente pasaron un montón de pájaros y fue como una experiencia poética religiosa (…) ves como todo florece y te llevas la idea del libro a casa”.

El poemario está dividido en dos partes, la primera titulada Las cenizas del nido, la segunda Plumaje nupcial (o de humedales en fiesta), ambos precedidos por sendos versos de la poeta extremeña Isabel Escudero, compañera del también desaparecido filósofo, poeta y activista como ella, Agustín García Calvo, ambos referentes de la escritora gaditana.

Verso hondo

En la primera parte los versos expresan una concepción del hogar, de la familia, que la poeta representa como un refugio hecho de cicatrices y dolor, de duro aprendizaje y convivencia con una realidad donde la orfandad lo ocupa casi todo:

Ahora que somos huérfanos,
ahora que el nido es nuestro
¿quién barrerá la casa de plumas muertas?

Y a pesar de la tristeza y el miedo, la poeta anota, como si cada verso fuera la frase de un diario, la imposibilidad de huir porque este hogar de vivencias forma parte de su propio ser:

Somos nido de nuestra propia sangre
y es tan difícil por eso
abandonarlo, abandonarnos.

Basta oirla recitar uno de los poemas clave de la primera parte de La reina de los pájaros:

Bea Aragón lee el poema Mamá ha muerto
Nacer de nuevo

Estas primeras páginas tienen un tono ínvernizo y la estructura casi de un único poema narrativo, como apuntó en la presentación Fran Delgado. La imagen del nido, la maternidad y la familia son el hilo conductor. Pero el lenguaje de la segunda anuncia un renacimiento:

Amaneció la primavera entonces,
amaneció, al fin, nuestro canto

En este canto nupcial la poeta celebra la vida, al amor y la amistad, aunque no con la alegría inocente de quien comienza por primera vez, sino con la mirada curtida del superviviente.

Tras unos poemas introductorios de esta boda, desfilan los invitados descritos por Aragón: la garza real, la garza imperial, el Ibis, la alondra, la garza alba, la cigüeña negra, el cormorán, la aguja, el calamón, la grulla, el andarríos y la bisbita. Cada uno de ellos tiene sus versos, su visión del mundo. En los poemas restantes el turno será para la reina de los pájaros.

En esta grabación Bea Aragón recita el poema final del libro, titulado Salve:

Bea Aragón lee «Salve»


Un libro que la poeta gaditana llena de imágenes poderosas en las que el sentido de la naturaleza se entremezcla con el sentido de ser humano. El resultado es inquietante y hermoso. Potente como el talento de su autora.

La reina de los pájaros. Bea Aragón.
Maclein y Parker. Colección Mirto de poesía. 2021

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