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El techo blanco de Berta Llonch

El techo blanco de Berta llonch

La artista Berta Llonch lo resume en dos frases que podrían ser dos versos: “Parar y mirar hacia arriba./Allí un amplio e inmenso techo blanco”. Son palabras con las que introduce su última exposición en Cádiz, titulada El otro lado.

Para la artista gaditana ese otro lado era, cuando niña, el techo blanco de su habitación, el espacio abierto a los sueños y a la creatividad que, confiesa, se ha esforzado en mantener a lo largo del tiempo como realidad plausible en la que vivir y crear.

El techo blanco de Berta Llonch
Fotos: Santiago Pérez

Y una pequeña parte de lo que hay en él, en esta ocasión peces, corales y burbujas, es lo que nos enseña en El otro lado.

Es muy llamativo, al contemplar estas obras, que no aparezca directamente el mar por ningún sitio. Mérito de la artista, que nos hace creer lo contrario. El mar puede tener infinidad de formas y de colores, gamas de verde, cian, azul, dorado o rojo. Incluso blanco o pardo de espumas. Pero aquí no están. El mar tan solo existe en la imaginación del espectador que se deja llevar por el pincel y el rastro del agua.

Como el símil del humo y el fuego, por los peces creemos que está ahí. Algunos de los colores escogidos para representarlos guían la mente del espectador a esa idea.

Ese otro lado es el mar

O dicho en las palabras de la artista sobre su espacio creativo:

“Ese otro lado es el mar.
Es mi techo blanco, en el que voy situando elementos que van ampliando ese otro lado desde donde respiro y me sumerjo”

Los peces, corales y burbujas que ha creado Berta Llonch están precisados sobre el papel casi como insectos escogidos por un entomólogo, con la diferencia de que aquí miran directamente al observador, como si estuvieran en una pecera, vivos. Vivos y extraídos de su medio natural. Recreados como figuras de un sueño.

Podría pensarse que ese espacio en blanco es el vacío. Pero no creo que Berta Llonch tenga horror al vacío, ese pánico al folio en blanco del que hablan algunos escritores.

El techo blanco de Berta Llonch

Este no es el primer trabajo que la artista expone en Cádiz. Anteriormente mostró en la Casa de Iberoamérica Construcciones en estado líquido. Trabaja habitualmente en Madrid, donde también ha expuesto en muestras individuales y colectivas.

Pero es Cádiz lo que le inspira. Así lo recoge el cuaderno editado para la exposición:

“Allí es dónde he crecido, dónde he pasado días y horas pensando e incluso dibujando. El sonido del agua simplemente al limpiar el pincel ya me transporta al mar y me gusta rodearme de todo aquello que me recuerda a él”.

Y eso es lo que verá el público en esta exposición.

Es cierto que esos nadadores de ojos suspendidos en el instante pueden transmitir cierta inquietud, pero la sensación predominante al mirar estas acuarelas, donde los peces ocupan tan pequeño espacio, es de una cierta curiosidad no exenta de misterio. Al fin y al cabo, el mar y los seres que lo habitan siempre fueron, en la historia del arte y la literatura, un ente misterioso y desconocido.

Exposición «El otro lado»
Sala Rivadavia. Calle Presidente Rivadavia, 3. Cádiz.
Hasta el 29 de octubre.

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